CÉLULAS ESPECIALES
Células especializadas
Miocitos. Un tipo de célula elástica, capaz de expandir y contraer sus proporciones, que constituye los tejidos musculares, encargados de la movilidad en los seres vivos del Reino Animal. Las que componen el corazón, por ejemplo, no dejan jamás de estirarse y contraerse a lo largo de la vida del individuo.
Astrocitos. Configuradas química y eléctricamente para la conducción de la información que constituye el grueso del Sistema Nervioso de los animales, se encargan junto a las neuronas del control de los diversos procesos corporales.
Osteocitos. Células encargadas de la asimilación del calcio y otros elementos para la elaboración y mineralización de los huesos, son clave en el sostén del organismo.
Eritrocitos. Las células más abundantes en la sangre de los animales superiores, se encargan de llevar el oxígeno a los distintos sistemas celulares del cuerpo, manteniéndolos nutridos y energizados, y para ello poseen hemoglobina.
Gametos. Células sexuales, diferenciadas morfológicamente de acuerdo al género del individuo que las produce (macho y hembra), en las que se contiene la mitad de la carga genética completa del individuo y producen, a través de la fecundación y la meiosis.
Clorénquimas. Células que componen los principales tejidos vegetales: las hojas, y se encargan de realizar la fotosíntesis a través de la cual obtienen los seres vegetales su energía.
Células epidérmicas. Los tejidos exteriores de vegetales y animales están constituidos por este tipo de células, cuya disposición en capas escamosas y flexibles (en los animales) o impermeables y aplanadas (en las plantas).
Leucocitos. Parte del sistema inmunológico, encargado de la defensa del organismo de sus posibles invasores microbianos y agentes patógenos.
Hepatocitos. Las que forman el hígado de los animales superiores, se encargan de la síntesis de proteínas vitales y de la producción de la bilis, vital para los procesos digestivos y asimilativos.
Adipocitos. Forman el tejido adiposo o graso en los animales, a través del almacenamiento de triglicéridos y colesteroles, como método de almacenamiento energético.
Condrocitos. Células exclusivas del tejido cartilaginoso, encargadas de mantenerlo en pie, a partir de sus contenidos de colágeno y proteoglicanos. En algunos animales constituyen el esqueleto completo a partir de este material.
Esclereidas. Células vegetales encargadas de constituir tejidos duros y resistentes, presentes en las frutas de hueso o en ciertos tejidos vegetales de sostén.
Enterocitos. Formando parte del epitelio de los conductos intestinales de los animales, cumplen la función de absorber electrolitos, agua y los diversos nutrientes esenciales de la materia alimenticia que luego devendrá en excremento.
Mastocitos. Células ovoides del cuerpo humano que forman parte del tejido conectivo, en donde llevan a cabo labores inmunológicas, a partir de sustancias.
Fibroblastos. Células simples, abundantes y comunes, muy poco diferenciadas, del cuerpo de los animales, en donde constituyen el grueso del tejido conjuntivo, manteniendo juntos pero diferenciados los diversos tejidos del cuerpo.
Células endoteliales. Constituyen la pared y la capa interna de los vasos sanguíneos y capilares de los animales superiores, cumpliendo diversas funciones de regulación, secreción hormonal y transporte del sistema sanguíneo.
Células de Schwann. Recubriendo a las neuronas en una capa de mielina, se distinguen del resto de las células nerviosas, brindándoles soporte y protección.
Melanocitos. Ubicadas en los tejidos de la piel del cuerpo humano y algunos animales, contienen la mielina que otorga el color característico al tejido al entrar en contacto con la radiación UV.
Células ópticas. Diversos tipos celulares ubicados en los ojos de los animales, encargadas de la captura de la información lumínica y su transmisión al sistema nervioso para ser interpretada.
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